Se trata de unos de los más bellos edificios herrerianos levantados en Castilla, con planta rectangular y gran patio compuesto por dos plantas con galería de piedra, y mandado construir por Felipe II para Diego de Espinosa y Arévalo, natural del lugar.
(*) Precio por persona y noche calculado en base a la tarifa vigente en fin de semana y temporada baja.
Palacio del Cardenal Espinosa. El palacio del cardenal Diego de Espinosa, construido a partir de 1570, se encuentra junto a la porticada plaza mayor. De planta rectangular, tiene un patio interior cuadrado con distintas dependencias en su entorno, con dos pisos; el piso inferior tiene una galería con arcos de medio punto y columnas toscazas, de un gran clasicismo y con clara referencia a la arquitectura toledana de Alonso de Covarrubias) y el de arriba es adintelado sobre columnas jónicas con zapatas y con una barandilla corrida de columnas abalaustradas. Destaca la escalera, de un solo tiro, construida en piedra, muy elegante, situada en un lateral y compuesta por dos tramos. La fachada es de ladrillo con un zócalo (cuerpo inferior de la pared) de piedra de sillería (piedras labradas, con forma de rectángulo). A cada lado tiene una torre con chapiteles de pizarra, como la cubierta en forma de v invertida entre las dos torres. La portada es de granito y está colocada en el centro de la fachada, aunque ese centro no corresponde con el del patio del interior, según costumbre de estas construcciones. El patio interior columnario-porticado en su planta baja y piso debió ser trazado y diseñado por algún un prestigioso arquitecto renacentista español.